Tabla de contenido:
- Desglosando los 3 comportamientos que se deben evitar cuando se busca cultivar la inteligencia emocional
- Quedarse atascado en el pasado (o el futuro)
- Establecer metas poco realistas
- Criticar a otras personas
- No hay secreto para la inteligencia emocional
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Están presentes personas emocionalmente inteligentes. Evalúan las cosas que la vida les arroja en lugar de quedarse atascados en su cabeza creando historias sobre cómo las personas a su alrededor deben actuar.
Desglosando los 3 comportamientos que se deben evitar cuando se busca cultivar la inteligencia emocional
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de una persona para utilizar, comprender y gestionar sus propias emociones. Por lo general, esto se hace con la intención de superar los desafíos, empatizar con los demás y comunicarse de manera efectiva. Cualquiera que haya pasado más de cinco minutos en un entorno difícil sabe que es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero hay buenas noticias.
La verdad es que la inteligencia emocional es una habilidad. Con suficiente práctica, cualquiera puede estar más en sintonía con sus emociones y cómo impactan en el mundo que los rodea. Los tres comportamientos enumerados a continuación son algunos obstáculos comunes para el ejercicio de la inteligencia emocional. Considere cómo factores como estos podrían afectar el bienestar personal, profesional y general de una persona.
Quedarse atascado en el pasado (o el futuro)
Todo el mundo se ha quedado atascado pensando en el pasado. No es un crimen, pero definitivamente no es propicio para la inteligencia emocional.
Soñar despierto con el pasado es una excelente manera de escapar de la situación actual. Si alguien está pensando en un mal recuerdo, podría aprovechar la oportunidad para recuperar una falsa sensación de control sobre él. Si alguien está atascado en imaginar el futuro, probablemente lo esté usando como una oportunidad para pretender controlar lo que sucederá a continuación.
Aquí está la verdad: nada puede cambiar el pasado; y el futuro es tan incierto que dedicar demasiado tiempo a pensar en él es un desperdicio. Las personas renuncian al control sobre el presente y el futuro cuando están demasiado absortas pensando en lo que ha pasado o lo que está por venir.
Puede ser difícil no preocuparse por el futuro, pero es solo otra forma en que las personas emocionalmente poco inteligentes intentan ejercer el control. La planificación y el pensamiento no siempre equivalen a un enfoque eficaz o un buen resultado. De hecho, cuando la gente piensa demasiado, es un camino de un solo sentido al estrés.
Establecer metas poco realistas
Cuando alguien establece metas poco realistas o mantiene expectativas poco realistas, solo se daña a sí mismo y trata de controlar a las personas que lo rodean.
La dura verdad es que la mayoría de las personas con altas expectativas no ven cuán altos son sus pedidos. De hecho, mucha gente piensa que tener expectativas muy altas es algo bueno. Argumentan que su demanda de perfección les ayuda a ellos mismos y a otros a hacerlo mejor.
Por lo general, esto no es cierto, e incluso cuando lo es, ¿quién quiere un mayor rendimiento a costa de un control excesivo? Nadie debería establecer metas para nadie más que para sí mismo; y cuando eso suceda, esos objetivos deben ser realistas.
Están presentes personas emocionalmente inteligentes. Evalúan las cosas que la vida les arroja en lugar de quedarse atascados en su cabeza creando historias sobre cómo las personas a su alrededor deben actuar.
Además, cuando alguien tiene expectativas poco realistas, solo genera frustración (para todos los involucrados) cuando no se cumplen. No sirve de nada apuntar demasiado alto, deja a todos en el suelo.
En lugar de establecer metas poco realistas o mantener expectativas poco realistas, intente:
- Validar la situación y sus aspectos negativos en lugar de quedar atrapado en un sueño sobre lo positivo
- Crear límites para impulsar el cambio (en lugar de asumir que sucederá o esperar a que suceda)
Criticar a otras personas
Todos somos críticos a veces, ¡y no hay nada de malo en buscar formas de mejorar! Pero cuando la gente critica a los demás con demasiada frecuencia, suele ser un signo de inseguridad interna.
Es fácil quedar atrapado en la idea de que pensar críticamente es la única forma de demostrar habilidades o conocimientos. El pensamiento crítico es una excelente manera de flexionar esos músculos; Sin embargo, cuando la gente es demasiado crítica con los demás, puede empezar a volverlos de mente estrecha. Es difícil para alguien mantener la mente abierta si siempre está a la ofensiva.
Criticar a los demás puede ser un hábito difícil de romper; es una buena manera de:
- Posicionarse como una figura de autoridad
- Reforzar las propias ideas
Solo recuerda: hay dos tipos de críticas. La crítica útil busca mejorar el mundo. Las críticas inútiles generalmente no ayudan a nadie más que a la persona que las da.
Las personas emocionalmente inteligentes saben que criticar a los demás no es un buen uso de su tiempo o energía. En cambio, enfocan sus recursos en mejorarse a sí mismos o al mundo que los rodea.
No hay secreto para la inteligencia emocional
No existe un truco rápido para cultivar la inteligencia emocional. Es más fácil para algunas personas que para otras, pero todos pueden trabajar para reducir sus niveles de estrés y comunicarse de manera más efectiva con los demás. Si una persona está dispuesta a tambalearse en sus proyecciones, concentrarse en sí misma y mantener la cabeza firme, puede ser de gran ayuda para mejorar su enfoque de la vida y la forma en que las personas a su alrededor lo reciben.
© 2020 Tom Popomaronis