Tabla de contenido:
- 1. Organizar nuestros pensamientos
- 2. Eliminando nuestro ego
- 3. Mejorar la forma en que nos expresamos
- No renuncies a la escritura
Escribir puede ser difícil.
Si eres un escritor profesional o estás aspirando a convertirte en uno, es posible que ya hayas encontrado algo llamado bloqueo creativo, también conocido como bloqueo del escritor.
Es posible que no reciba tantos comentarios como le gustaría o que lo despidieron porque su escritura no parece mejorar los números en los sitios web para los que trabajamos.
O tal vez, recibió algunas críticas duras que lo desaniman de escribir por completo.
Escribir es a menudo un trabajo ingrato. Una retroalimentación pobre o nula hace que los escritores se sientan aislados o, peor aún, redundantes en la sociedad.
Cuando pierde la motivación y no tiene a nadie que lo anime, puede comenzar a preguntarse si es hora de dejar de escribir.
Ahí es cuando resulta útil recordar la importancia de desarrollar la escritura como una habilidad.
Aquí hay una lista de solo algunos de los beneficios que lo inspirarán a seguir escribiendo.
Escribir es un método eficaz para poner nuestros pensamientos en una perspectiva más amplia y revisarlos. Foto de David Iskander en Unsplash.
1. Organizar nuestros pensamientos
Desarrollar la habilidad de escribir incluye un enfoque crítico de nuestro tema seleccionado y un análisis del mismo.
Debemos decidir cuál es nuestra premisa y conclusión incluso antes de comenzar a escribir si queremos que nuestra pieza siga una estructura lógica en lugar de simplemente saltar de un punto a otro.
A diferencia de los diálogos en vivo, las frases o argumentos redundantes que no se pueden respaldar deben filtrarse de un texto. Deberíamos quedarnos con afirmaciones que sean concisas, pero ricas en significado. ¡La concisión es a menudo una señal de ser directo al núcleo!
Al ser concisos, directos y lógicos, nos formamos una visión clara de cuál es nuestra opinión sobre el tema y perfeccionamos nuestros argumentos a la perfección.
Un escritor debe equipararse a sí mismo con un mero equipo de escritura. Un buen escritor actúa sólo como un transmisor de ideas universales. Foto de Anastasia Dulgier en Unsplash.
2. Eliminando nuestro ego
Una persona que lleva en el negocio mucho más tiempo que yo me dijo que el secreto para ser un buen escritor radica en eliminar nuestro ego de la pieza en la que estamos trabajando.
Si queremos tener una audiencia, es imprescindible adoptar su mentalidad. Junto con eso, también podemos optar por alterar nuestra jerga o hacer ajustes a nuestro estilo de escritura en consecuencia.
Al hacerlo, eliminamos nuestro ego y complacemos a nuestra audiencia. No significa que debas despojar por completo tu parte de cualquier elección personal, pero te anima a explorar otras perspectivas y visiones del mundo posibles.
Escribir nos invita a actuar desde un punto no egocéntrico y a ponernos en el lugar de los demás. Esto promueve la empatía y una comprensión más amplia del mundo, que a menudo puede resultar liberador cuando nos deshacemos de los grilletes de nuestro propio ego, aunque solo sea por un momento.
Al practicar la escritura, podemos conectarnos con otras personas en un nivel más profundo porque finalmente aprendemos a traducir lo que está adentro en palabras. Foto de Joshua Ness en Unsplash.
3. Mejorar la forma en que nos expresamos
La escritura puede mejorar nuestras habilidades de conversación, convirtiéndonos en oradores divertidos que saben cómo captar la atención de otras personas y adaptarse a su audiencia.
Pronto, notaremos la facilidad con la que comunicamos incluso los problemas más complejos de una manera interesante y atractiva que va más allá de la razón pura y llega directamente al corazón de nuestros oyentes.
Si decidimos asumir desafíos de escritura más difíciles, como emplear metáforas o usar la narración para ilustrar un punto, este tipo de expresión artística se manifestará también en nuestra vida cotidiana.
De repente se vuelve mucho más fácil para nosotros expresar lo que sentimos por dentro. Las emociones son siempre personales y, a menudo, ocultas. Puede ser un verdadero desafío tratar de verbalizar cómo nos sentimos y comunicárselo a los demás.
Ahí es cuando se vuelve bastante útil ser hábil en metáforas o analogías, lo que puede ayudarnos a pintar la imagen utilizando imágenes apropiadas en lugar de declaraciones concretas, tal como lo hacemos en la narración de historias.
No renuncies a la escritura
No renuncies a la escritura.
Si está perdiendo la motivación para escribir, recuerde amablemente por qué comenzó en primer lugar.
Tal vez ni siquiera consideró los beneficios que enumeré anteriormente. Entonces, ¿por qué no volver al principio y ver qué fue lo que te encantó y te puso en este camino?